martes, 12 de octubre de 2010

Peces

Siempre he pensado que la mente es como el mar,
inmensa, profunda e inquietante.
A veces en calma, otras muchas te traiciona
y arrasa con todo lo que tenga cerca,
haciendo naufragar barcos cargados de sueños,
y estrellándose contra las piedras, resquebrajándolas e hiriéndolas.
El subconsciente igual que su fondo,
tan hondo y oscuro que nunca puede llegar contemplarse.
Las ideas que brotan como el agua, a veces fluyendo, otras estancándose.
A primera vista no puedes ver la riqueza que contiene,
Todos esos pececillos y esa flora tan extraordinaria.
Y la espuma al igual que las palabras,
son la invitación para que te dejes ahogar por ella.

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