Yo soy esa,
La que pasa de escupir vida al más absoluto hastiamiento.
La que considera la magia mas real que la moral.
La que siempre va en una nube porque se la fuma (o no)
La que se pierde en todos los aspectos posibles.
La que va caminando mientras escribe esto.
La que se ríe de su sombra (y hasta su reflejo).
La que no tolera la intolerancia.
La que se contradice.
La que no conoce la abstinencia.
La que el arte le cambia la vida todos los días.
La que fluye y se estanca.
La que siempre pide sonrisas.
La que busca la vida en todas partes.
La que te ayuda a descubrirte.
La de los escalofríos, las corazonadas, las paranoias, los espasmos, las cosquillas, las preguntas, ¡el despertar kundaliní!, los juegos, las frases…
La que se entiende mejor con los niños y los perros.
La que adora el surrealismo y la psicodélia.
La que quiere comerse un cartón en disneyland.
La que piensa hasta tener agujetas en la cabeza.
La misantropa que ama a las personas.
La bipolar.
La que experimenta.
La de los pies sucios.
La que busca aventuras.
La de los trastornos mentales.
La que se siente bien con ellos (casi siempre).
La que defiende el equilibrio, bien y verdad por encima de todo.
La polifacética.
La que muerde.
La que llora más de emoción que de tristeza.
Yo soy esa, la que escribe para no olvidarse.
Porque mañana puede que sea otra.
Y estoy sola, y no quiero perderme…