lunes, 29 de agosto de 2011

ojos cerrados

Estaba totalmente lúcida en aquel sueño.
Pero no me di cuenta de que la habitación no era la misma.



No estoy pa fiarle mi alegría a nadie.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Es fácil a veces

Me leo a mi misma y digo.
¡Maldito sea el pesimismo!
Con el que escribo poemas y textos.
Para explicarme a mi misma
y no olvidar lo que siento.
(nunca a tiempo completo).


Y simplemente añado,
que por la ventana ahora mismo,
corre un viento que me encanta.
Que la canción que escucho no me resulta indiferente.
Que tengo buen karma y ganas de reír.


inercia

Siempre caigo al trapo
¿Dónde está mi maldad?
Al final me la voy a tener que inventar.
Es como andar con un poema en una mano
y ningún cóctel molotov en la otra.


Nunca me han gustado el sonido de los estallidos…

domingo, 7 de agosto de 2011

neurotípica

Ese matiz gris,
que me asusta y me come por dentro.
Ese color siniestro del que se tornan las cosas.
Pocas veces cabe en mi imaginación (por no decir ninguna)
Y es porque cuando pinto colores,
siempre elijo los más bonitos y peculiares.
Cuando pinto de gris,
es por mi torpeza, de meter los pies en los cubos,
de los que el suelo esta lleno, de las manchas que salpican,
grises.
Pero no tengo excusa porque yo sigo andando.
Con los pies descalzos, con el color más barato.

El hombre y su agonía

La felicidad es algo que aparenta pertenecernos por derecho.
Que somos unos gilipollas si no sonreímos,
desagradecidos o inconscientes.
Pero lo cierto es que la tristeza es un tema serio.
Lo innegable y verídico siempre es un tema serio.
También tengo que reconocer, que una de las cosas más interesantes que pueden resultarme de una persona. Son sus inquietudes y su tristeza.
Con tristeza me refiero, a malas conclusiones y dolor en el pecho.
En ningún momento hablo de miedo.
Porque el miedo,
el miedo si que es de gilipollas.




Pasará la vida.
Siempre habrá a quién consolar,
y una nueva canción triste que tararear.