domingo, 7 de agosto de 2011

neurotípica

Ese matiz gris,
que me asusta y me come por dentro.
Ese color siniestro del que se tornan las cosas.
Pocas veces cabe en mi imaginación (por no decir ninguna)
Y es porque cuando pinto colores,
siempre elijo los más bonitos y peculiares.
Cuando pinto de gris,
es por mi torpeza, de meter los pies en los cubos,
de los que el suelo esta lleno, de las manchas que salpican,
grises.
Pero no tengo excusa porque yo sigo andando.
Con los pies descalzos, con el color más barato.

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