Aunque pierda sangre, el cuerpo siempre se encargará de producir más.
Que aunque me duelan los cortes, prefiero eso a que mi sangre contaminada me enferme el corazón.
Cuando las heridas sanen y no me produzcan dolor, se que no podré evitar ver las cicatrices en mi piel, compadecerme, añorar la antigua belleza de un cuerpo sin heridas. Que irrelevante será eso ante la idea de que por mis venas me mantengo limpia, y que mi corazón bombeará como tiene que hacerlo.
Me cortaré las veces que haga falta.
Que no se te olvide, que la sangre solo deja de fluir cuando mueres.
a veces se olvida...
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