domingo, 9 de septiembre de 2012

Dictadura del conocimiento


En el primer mundo,
todos disponemos
de infinidad de fuentes
históricas.

Con la misma relevancia y veracidad
que nos ofrecen,
todos esos artículos y noticias.
Toda esa sobre información que desinforma.

Lo enseñan, lo enmarcan
y lo hacen oficial.

Lo imponen, lo cobran,
y lo hacen normal.

Tantas clases y argumentos
sobre lo que está mal.

Tanta ideología, tanto debate.
¡ciudadano, tiene usted todo su derecho a pensar!

Pero con sus sujetivos ideales de libertad
usted no cotiza, ni su vida se acerca al ideal.

Piense ciudadano, piense.
Que los mayores saben,
que la verdad esta dicha ya.

Su jefe le manda con verdad.
Hay verdad en su buzón,
En la radio, en las instituciones,
en las etiquetas de la leche.

La verdad llega cada día a su salón,
mediante la electricidad.

Y su D.N.I
ya se encarga
de verificar su identidad.

¡verdad en su casa, en su nomina!

Con una rutina tan sana y adaptada a la sociedad
Donde la verdad está en todos lados
Es extraño
Que la mujer que ves todas las mañanas
Cansada y pidiendo con la palma hacia arriba.
Parezca un espectro.
¿Verdad?


Nos vendían la verdad de sus Dioses.
Pero ahora en lugar de profetas
hay unos tipos
con el titulo de marketing.

Ahora no venden milagros ni promesas
Te ofrecen con garantías incluidas
Increíbles coches y televisores
Para disfrutar en tu vida terrenal.

¡Bienvenido a la realidad! 

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